He elegido inaugurar el Laboratorio del Imaginante con este tema
porque reúne al mismo tiempo algunos de los campos punteros de la ciencia que
vamos a tratar aquí: la genética, que está suponiendo una revolución; la
biotecnología; la nanotecnología y, por supuesto, la convergencia de todo esto
en los seres humanos, para los que va a cambiar la vida de una manera
ostensible.
Un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro. La
nanotecnología trabaja en la escala de los átomos, las moléculas. El famoso
grafeno es una lámina de carbono de un sólo átomo de espesor, y un nanotubo de
carbono sería una de estas láminas enrollada (ya veremos estos nanotubos cuando
hablemos de interfaces cerebro-máquina). Los nanorrobots según vamos a verlos
hoy, serían máquinas que trabajan a una escala molecular.